La iglesia de São Miguel Arcanjo, edificada entre los siglos XVII y XVIII, es símbolo de la presencia católica de los colonizadores portugueses, significando un relevante marco de la ocupación territorial de Brasil. Se hizo edificio histórico en 1980 por IPHAEP (Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico do Estado da Paraíba), es un sitio privilegiado, en la memoria de la población local. Su valor simbólico se asocia a la religiosidad, a los mitos que fundamentan la construcción de aspectos importantes de la identidad cultural Potiguara, vinculada al proceso de colonización en aquella región. La propia ubicación de esta edificación es señal de las estrategias utilizadas por los liderazgos religiosos extranjeros, probablemente, para establecer relaciones de poder y de sociabilidad, cuando penetran el territorio indígena, en sus esfuerzos de dominarlos y de “civilizarlos”.