Historia


La conquista definitiva del Litoral Norte de Paraíba, donde hasta hoy viven los valientes indios potiguaras, fue un punto de cambio de la colonización en Brasil.

Hay dos caminos que se cruzan cuando entramos en el circuito turístico en Las Sendas de los Potiguaras, en el Litoral Norte de Paraíba. El primero va hacia el presente, en una ruta de preservación llena de playas paradisíacas, acantilados coloridos, ríos de aguas cristalinas, tierras indígenas y bosques más que exuberantes.

La otra ruta hace una curva radical en el tiempo y vuelve a los primeros capítulos de los siglos XVI y XVII, cuando los mismos lugares de ahora fueron escenario de emboscadas, conspiraciones, catequizaciones y batallas épicas que determinaron el rumbo de nuestra historia.

El escenario sigue, prácticamente, el mismo de hace quinientos años, época en que las monarquías de España y de Portugal, a través de la Unión Ibérica, disputaban con franceses y holandeses sus guerras territoriales, económicas y religiosas.

La conquista definitiva del Litoral Norte de Paraíba, donde hasta hoy viven los valientes indios potiguaras, fue un punto de cambio de la colonización en Brasil.

Si el fin de esa historia, cuya trama de luchas y de resistencia duró más de un siglo, fuera otro, la lengua oficial hablada en este momento, en Brasil, seguramente, sería muy distinta de la que conocemos.

Francia hacía el trueque de "pau-brasi” y ocupaba la costa nordestina, desde la orilla izquierda del río Paraíba hasta Maranhão, en una alianza estratégica con los indios potiguaras que, desde la llegada de los esclavistas portugueses, resistieron fuertemente a la ocupación de sus tierras.

Portugal, a su vez, vivía una crisis política y económica y no tenía planes urgentes para la Colonia, que fue calificada como poco atractiva, por su aparente carencia de piedras y metales preciosos.

Sin embargo, en el año de 1530, ante el creciente acoso franco-potiguara, los portugueses se han forzado a establecer las Capitanias Hereditárias, como forma de ocupación.

En 1570, la situación salió de control. Incitados por los franceses, los potiguaras pasaron a atacar el centro neurálgico de la Capitanía de Itamaracá, de la cual Paraíba formaba parte, y también a merodear Olinda, capital de la importante Capitanía de Pernambuco.

Los portugueses decidieron contraatacar. Fueron seis intentos fallidos hasta que, en 1585, con la ayuda de los indios tabajaras, venidos desde Bahía para establecerse en la orilla derecha del Rio Paraíba, se fundó la ciudad de Nossa Senhora das Neves, actual João Pessoa.

El Forte de Santa Catarina, en Cabedelo, fue construido, pero la suspensión de los conflictos con los valientes potiguaras vino a llevarse a cabo catorce años después, en 1599, en una acción más diplomática que militar.

Asistieron Manuel Mascarenhas Homem, capitán general de Pernambuco, Feliciano Coelho de Carvalho, capitán general de Paraíba, los jesuitas Gaspar de Samperes y Francisco Pinto, el líder tabajara Pirajibe y un grupo potiguara, comandado por el legendario Zorobabé (ver perfil en la sección Índios Potiguaras) que pasó, desde ahí, a ser un aliado de los portugueses.

Con la conquista de la Capitanía de Paraíba, en definitiva, la Unión Ibérica, pudo expulsar para siempre los franceses y ampliar la extensión de su territorio para el Norte de Brasil. Pero, la tranquilidad no duraría mucho tiempo.

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