Historia

Héroes y Villanos

La historia de las Sendas de los Potiguaras está llena de grandes nombres. Conozca cuatro personajes que jugaron papeles importantes en el proceso histórico de Paraíba.

Imagem de André Vidal de Negreiros

André Vidal de Negreiros

Hijo de portugueses, André Vidal de Negreiros nació en el año de 1606, en un molino en la llanura de inundación del rio Paraíba, actual Municipio de Santa Rita.

Fue uno de los líderes y heroes de la Insurrección Pernambucana que culminó con la expulsión de los holandeses. Por los éxitos militares y por la reconocida capacidad estratega, fue nombrado, sucesivamente, gobernador de las capitanías de Maranhão y del Grão-Pará, en 1655, de Pernambuco, en 1657, y de Angola, en el año de 1661. Murió de causas naturales, en 1680.

En 2012, por Decreto ley, su nombre fue inscrito en el selecto Libro de los Heroes de la Pátria, dispuesto en el Panteão da Pátria e da Liberdade Tancredo Neves, en la Praça dos Três Poderes, en Brasília.

Imagem de António Filipe Camarão

António Filipe Camarão

Comandante de los indios potiguaras, aliados de los portugueses, fue, junto con André Vidal de Negreiros, uno de los líderes y héroes de la Insurrección Pernambucana.

No se sabe, con seguridad, en qué año y local nació. Fue educado por por sacerdotes jesuitas y bautizado en 13 de junio de 1612, cuando tuvo el nombre cambiado a Antonio (santo del día) Filipe (en honor al Rey de España, Filipe III) Camarão (traducción al portugués de Poti).

En 1930, año de la invasión holandesa en costa de Pernambuco, empezó a participar, delante de su tribu y al lado de su mujer, Clara Camarão, en acciones de emboscadas en la defensa de las capitanías de Pernambuco, Alagoas, Rio Grande do Norte, Paraíba, Sergipe y Bahia.

Como recompensa, además de muchos sueldos, recibió, de la Corona de España, la patente de Capitán General de los indios, y el Galardón de Caballero de la Orden de Cristo, convirtiéndose hidalgo.

En la Insurrección Pernambucana, Filipe Camarão participó de batallas decisivas, entre ellos, la primera de ellas fue la de los Guararapes, en la cual comandó la banda derecha del ejército pernambucano. Murió en 1648, un mes tras la emblemática lucha, debido a lesiones. Al igual que André Vidal de Negreiros, tuvo su nombre inscrito en el libro de los Heróis da Pátria.

El ejército brasileño, a su vez, denomina la Sétima Brigada de Infantaria Motorizada como Brigada Filipe Camarão

Zorobabé

Especie de antihéroe, ese temido líder potiguara, luchaba siempre con la perspectiva de obtener algúna ventaja ante la guerra.

Zorobabé luchaba contra los portugueses, pero cambió de lado en 1599, tras perder, junto con los aliados franceses, una importante batalla en la Serra da Copaoba, en el "agreste" de Paraíba. Desde entonces, pasó a prestar servicios a las fuerzas lusas y se hizo uno de los más grandes cazadores de esclavos "quilombolas" de la historia de Brasil.

En el episodio más conocido, atacó sin autorización el Quilombo del río Itapucuru, en Sergipe, donde mató una gran parte de los negros. Los supervivientes fueron vendidos para comprar ropas y armas.

En 1608, por temor que él volviera a rebelarse contra la Corona, fue detenido y enviado a Évora, Portugal, convirtiéndose en el primer exiliado brasileño de la historia. Tras sufrir varios intentos de asesinado, murió en la cárcel.

Pedro Poty

El gran líder Potiguara Pedro Poti puso fin a la creencia de la sumisión pasiva de los indios a los intereses de las naciones colonizadoras.

Su sorprendente historia empezó en 1625, cuando, aún joven, fue llevado de Baía da Traição, junto con otros seis indios, para Ámsterdam, Holanda, donde estudió, por cinco años, la lengua extranjera, así como la doctrina de la religión cristiana reformada. En 1630, volvió a Brasil con la escuadra de la Compañía de las Indias Occidentales, en la segunda invasión de los holandeses. Su misión era articular alianzas con las tribus locales. En la Assembleia dos Índios do Brasil-Holandês, em 1645, se eligió Capitán General Gobernador, con las honras de General de Brigada, y participó, activamente, de la creación de resoluciones que prohibían la esclavitud de su pueblo.

Pedro Poty tenía como su principal arma la palabra. En las famosas Cartas Tupi, intercambiadas entre él y su primo, António Filipe Camarão sostuvo, de manera elocuente, para tratar de convencer el pariente a ver los turbios intereses de los portugueses y cambiar de lado.

En la segunda batalla de Guararapes, en 1649, fue capturado y llevado al Cabo de Santo Agostinho. Detenido, sufrió torturas por casi tres años.

En 1652, el héroe potiguara murió como el primer mártir de brasileño del protestantismo, en las bodegas de un buque portugués que lo llevaba para ser juzgado por el Tribunal de la Santa Inquisición, en Lisboa.

Véase también

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